Jugar con diez es una de las experiencias por la que todos los entrenadores tenemos que
pasar con más frecuencia de la deseada a lo largo de una temporada y por supuesto, de
nuestra trayectoria.
Sin embargo, llama la atención que algo tan frecuente y considerado por
muchos (incluido los entrenadores) como algo tan dramático y transcendental, resulte tan
poco habitual en las sesiones de entrenamiento de los equipos, sean profesionales o no.