Existe cierta confusión sobre las funciones entre estas dos figuras del área técnico-
administrativa, posiblemente debido a que en muchos casos y especialmente en los equipos
de menor entidad, esta labor suele recaer sobre la misma persona. Sin embargo las diferencias son
tan evidentes y definidas que los dos cargos se hacen imprescindibles en cualquier club de
fútbol con un cierto nivel de profesionalización. Aunque ambos cargos tienen un componente
técnico-administrativo, la primera gran diferencia reside en el poder ejecutivo del director
deportivo frente al meramente administrativo del secretario técnico.