No hace tantos años que en el fútbol español se implantó la figura del preparador físico y
hoy es impensable un equipo sin uno o varios especialistas en esta materia. Todavía es más
reciente la irrupción del entrenador de porteros como un técnico relevante, convirtiéndose en
una figura imprescindible para cualquier equipo. En la actualidad se está implantando con
fuerza el técnico analista.
Esta es una figura importante en el organigrama de cualquier equipo con un mínimo nivel
de profesionalización. En España su labor es poco reconocida e incluso desconocida para
algunos, pero es indispensable en la elaboración de informes tanto para la secretaría técnica
como para el entrenador principal; facilitándole a éste la difícil tarea en la elección de la mejor
convocatoria, alineación y plan de juego en cada partido.
El técnico analista es aquel que se encarga de observar el rendimiento de jugadores y equipos.
Puede ser de jugadores y equipos propios o rivales.
De su capacidad de análisis, intuición y determinación para proponer, dependen muchas de
las decisiones tomadas por los responsables de los distintos departamentos a los que pueda
prestar su colaboración.
Su trabajo se desarrolla en la “sombra” combinado las horas de campo con las de despacho,
donde culmina su labor sólo cuando concluye con sus análisis. Por su rol dentro del
organigrama técnico participa de los éxitos y fracasos en el anonimato.
Premisas básicas que debe reunir un técnico analista.
- Conocimiento.
- Capacidad de análisis.
- Capacidad de síntesis.
- Metodología.
- Utilización de nuevas tecnologías aplicadas al fútbol.
El dominio de uno o varios programas de edición de informes (tecnología aplicada al
fútbol) le va a permitir realizar esta labor de una forma más rápida, cómoda y eficaz.
Dentro de la elaboración de informes se podría decir que existen dos enfoques distintos en
función de si los análisis son de jugadores y equipo propio (trabaja para el cuerpo técnico del
equipo) o son de jugadores y equipos rivales. Incluso de otras ligas y competiciones (trabajo de
scouting para la secretaría técnica) observando y seleccionando las posibles incorporaciones
para las distintas plantillas del club.
En ambos casos se trata de recabar información relevante y procesarla para su análisis,
pero los objetivos finales son bien distintos. En el primer caso (informes equipo propio) se
busca profundizar en los aspectos individuales y grupales que puedan influir o interferir en el
rendimiento de cada individuo y por tanto del equipo, tratando de encontrar la explicación
concreta al comportamiento objeto del análisis. En el segundo caso (informes sobre rivales)
nos limitamos a constatar un hecho pero sin la necesidad de encontrar su verdadera
explicación.
Ponemos como ejemplo un informe/análisis del próximo rival donde, entre los datos
relevantes a tener en cuenta, concluimos como uno de sus puntos débiles que el estado de
forma actual es deficitario, observando que su rendimiento físico baja mucho en las segundas
partes. En este caso, simplemente catalogamos y constatamos ese hecho sin la necesidad de
entrar a valorar las causas del déficit detectado. Sin embargo, si eso mismo ocurre con nuestro
equipo, necesariamente el análisis irá dirigido a encontrar la causa u origen del mismo, con el
claro objetivo de facilitar al cuerpo técnico la información precisa tendente a poner en marcha
los mecanismos correctores necesarios.
Alberto Esparís.
Entrenador nacional de fútbol
Entrenador analista