Equilibrar una plantilla

El director deportivo es el responsable de marcar una filosofía de juego

07/11/2012

Como cada inicio de temporada, los equipos se enfrentan a nuevos retos y casi siempre se marcan objetivos tremendamente ambiciosos, sin pararse a pensar si realmente estos se corresponden con el potencial y la estructura de la que disponen para su consecución. Uno de los errores más frecuentes, seguramente por la euforia y optimismo desmedidos propios de la época, es la facilidad para confundir objetivos con deseos, contribuyendo de esta forma a generar futuras tensiones innecesarias. Para empezar, antes de concretar cualquier objetivo, se hace necesaria una planificación exhaustiva de funciones y responsabilidades en todas las áreas del club, especialmente en aquellas que tienen una incidencia directa en el rendimiento deportivo del equipo: medios e instalaciones, secretaría técnica, servicios médicos, cuadro técnico… y por supuesto una correcta configuración de la plantilla.

¿Qué es equilibrar una plantilla?

Equilibrar una plantilla significa poner a disposición del cuerpo técnico el número de jugadores adecuado con características idóneas, cuyas capacidades condicionales, técnico-tácticas y psicológicas le permitan afrontar el mayor número de partidos sin pérdida de potencial independientemente de las ausencias propias de cualquier competición por diferentes motivos: lesiones, sanciones, compromisos con sus selecciones nacionales, rotaciones, etc.

El correcto equilibrio de una plantilla, además de ser uno de los motivos por el cual se le puede exigir al entrenador que cumpla con los objetivos establecidos, tiene otras ventajas:

  • Menor número de jugadores en plantilla.
  • Menor coste económico.
  • Mayor potencial deportivo.
  • Mejor adaptación a las distintas variables tácticas propuestas por el técnico.

¿Quién es el responsable de equilibrar una plantilla?

Es una de las principales funciones de la dirección deportiva de cualquier club, independientemente de su nivel competitivo. Esta esencial función requiere una correcta evaluación del potencial de la plantilla actual, además de un estudio de las altas y bajas necesarias para acometer los objetivos planteados por el club. Depende de una alta capacitación de la secretaría técnica, que debe poner a disposición de la dirección deportiva las opciones suficientes que le permitan a esta última configurar la plantilla idónea de acuerdo con los objetivos fijados de antemano.

Algunas de las premisas a tener en cuenta

  • Objetivos previstos.
  • Número de competiciones en que participa el equipo.
  • Número de partidos previstos por competición.
  • Número de componentes de la plantilla.
  • Número de jugadores polivalentes.
  • Número de jugadores seleccionables nacionales y extranjeros.
  • Media de edad de la plantilla.
  • Nivel competitivo del filial y número de jugadores con proyección al primer equipo.

Para algunos directores deportivos equilibrar una plantilla es disponer de dos jugadores por puesto y a veces tres, pero eso es sólo una de las condiciones. Lo difícil es resolver esa delicada elección de la mejor selección dentro de las posibilidades deportivas y económicas del club. El tener dos o más jugadores por puesto es sólo el principio del equilibrio. Todos sabemos que un equipo necesita jugadores con capacidad de liderazgo que pueden ejercer con líderes tanto en el campo como en el vestuario. Necesita lideres, marcadores, recuperadores, creadores, finalizadores, rematadores, desequilibradores, polivalentes, dominio del juego aéreo, lanzadores de faltas; de corte ofensivo, defensivo, etc. Equilibrar una plantilla es algo complejo que necesita de una planificación adecuada comenzando por una razonada elección del cuadro técnico que la va a dirigir.

El director deportivo es el responsable de marcar una filosofía de juego y, de acuerdo con esa idea, contratará a los técnicos y jugadores más idóneos que le permitan llevar a cabo ese estilo de juego que le caracterice, le identifique con sus seguidores y consiga sus objetivos. Esto no es tarea de un día pero es lo que justifica tener un director deportivo, de lo contrario bastaría con disponer de un secretario técnico.

Alberto Esparís.
Entrenador nacional de fútbol
Entrenador analista

07/11/2012
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