“Cualquiera se puede enojar… Eso es fácil. Pero enojarse con la persona adecuada, en el grado correcto, en el momento justo, por el motivo adecuado y en la manera correcta… Eso es más difícil.” Aristóteles
¿Cuál es la principal causa de enojo de un futbolista moderno en un partido cualquiera? No es el ir perdiendo ni el rival. Es el árbitro.
Sí, los árbitros tienen la forma de sacar de sus casillas a los jugadores más que ninguna otra cosa, más incluso que descubrir en medio del partido que su mujer les es infiel.
He conocido extraordinarios futbolistas que han fracasado miserablemente por no saber controlar sus emociones. No solo futbolistas fallan en controlar sus impulsos, también los mejores boxeadores del mundo han perdido campeonatos mundiales por un problema de Inteligencia emocional. Sólo hay que recordar a Tyson y la oreja que hasta el momento sigue atragantándosele y provocándole cualquier cantidad de malestares intestinales.
Según dice Tyson, lo hizo porque sintió que el árbitro estaba siendo injusto. Pero en ningún otro deporte se escucha con tanta frecuencia el papel tan protagónico del árbitro como en el fútbol y de la misma forma, en ningún otro es alguien externo a los contrincantes culpado tan a menudo del resultado del partido como en el fútbol.
Pero el árbitro no es la única razón de enojo de un futbolista. A Zidane le pareció insoportable que insultaran a su hermana y respondió con un cabezazo soberbio pero no al balón, sino al pecho del que se había metido con su hermana, ante las cámaras de medio mundo y unas cuantas decenas de miles de personas que se dieron cita ese día en el estadio en cuestión.
El punto es que auténticos atletas extraordinarios pueden desperdiciar todas sus facultades por no saber controlar sus emociones. ¿Qué puede hacer un entrenador para enseñar a sus estrellas a controlar sus emociones y dar lo máximo posible en cada partido? Muchas cosas, si sabe cómo.
No solamente necesitan los futbolistas controlar el enojo, también necesitan controlar el desánimo, la desmotivación, olvidarse rápidamente de los inevitables fallos, opiniones de los medios, el entrenador, etc.
El no saber controlar sus emociones es la causa principal de un rendimiento mediocre, independientemente de sus facultades personales. Aunque el deportista en persona es el principal responsable de su dominio emocional, un entrenador preparado en Inteligencia Emocional puede representar una enorme diferencia en el rendimiento del deportista. De hecho, a igual preparación técnica, el entrenador que domine los principios de la Inteligencia Emocional tiene más del triple de posibilidades de obtener el mejor resultado posible con los jugadores que cuenta en un equipo.
También los que se dedican a la identificación de talentos, los llamados scouts, requieren saber de Inteligencia Emocional, pues los talentos detectados técnicamente pueden resultar verdaderos fiascos si no saben controlar sus emociones. El mal manejo de la presión del partido, la presencia de mucho público, la importancia relativa del encuentro, etc., son factores que fácilmente pueden desencadenar un desempeño patético por parte del genio del fútbol detectado.
Ahora bien, sin pretender dar todas las pautas de manejo emocional disponibles para un entrenador de fútbol en este artículo, puedo decir, al menos, 7 errores emocionales que debieran estar proscritos en cualquier entrenador y son los siguientes:
- Error N°1, regañar al jugador antes del partido. Sé que no todo el mundo es experto en cómo funciona el cerebro humano pero esto no nos exime de algo tan obvio. Un regaño coloca al jugador en un estado emocional pésimo lo que lo invalida para un adecuado uso de sus facultades intelectuales y físicas.
- Error N°2, hablar de lo fuerte que es el rival. Concientizar a los jugadores de la potencia del rival a enfrentar no representa ninguna ventaja. No aumenta nuestra capacidad de juego ni disminuye la capacidad del rival. Empezar con las palabras “Hoy nos enfrentamos al N°1 de la liga, a los mejores…” no solamente no da nueva información sino que solo contribuye a confirmar y justificar la derrota, colocando a los jugadores en un estado de derrota insuperable. Decirles después de estas palabras “Y nosotros podemos ganarles…” suena más falso que un billete de dos euros y no produce el mínimo efecto motivador.
- Error N°3, hablar de los errores del pasado de un jugador o del equipo. Hablar del pasado, contra todo lo que la psicología tradicional defiende, no cambia el pasado, lo refuerza. Es tan común la experiencia de un equipo al que “siempre” le meten goles a balón parado y el entrenador se da cuenta desde el primer gol, a pesar de lo cual, se los siguen metiendo que me sorprende que este error no sea ya de conocimiento común. ¿En verdad crees que existe tecnología oculta que solo unos cuantos entrenadores poseen y que impide los goles a balón parado? Por favor…
Como regla general, habla de lo que quieres que hagan, no de lo que no quieres que hagan. Hablar de lo que no quieres que hagan es reforzarlo y pedirles inconscientemente que lo vuelvan a hacer. Es como si yo te pidiera que “no pienses en el color azul”. Seguro pensaste en el verde, claro.
- Error N°4, hablar de lo que no quieres que hagan. Y en concordancia con el error anterior, un entrenador con dominio emocional no habla de lo que no quieren que hagan, sino de lo que quieren que consigan y lo pone en su mente, todo el tiempo.
- Error N°5, no recordarles sus logros pasados para que no se sientan muy confiados. A ver, ¿Qué no se sientan muy confiados? ¿Es eso lo que pretendes? Su estado emocional es el que va a generar que ellos, con un rival fácil o difícil, se comporten de manera excelente. Lo demás son ideas y poco tienen que ver con el desempeño. Cuando la selección española absoluta pierde contra un equipo débil no es por sentirse confiados sino por estar en un estado emocional de bajo desempeño. Es un típico error del entrenador que no piensa que deba de colocar a los jugadores en el mejor estado emocional posible, para lograr el mejor desempeño posible en cada partido.
Hablar de los logros pasados con algo de hipnosis conversacional y ciertos conocimientos de PNL, colocará al jugador mentalmente en un estado emocional en el que repetirá los resultados obtenidos en la ocasión recordada. Si lo sabes hacer, esta técnica de inducción emocional es infalible.
- Error N°6, desconocimiento de que las emociones se contagian. Las emociones se transmiten, tanto como las vibraciones de un diapasón. Si quieres generar entusiasmo necesitas primero tú estar entusiasmado. Un Mouriño amargado casi la totalidad del tiempo no podía, si la ciencia no falla y normalmente es así, conseguir buenos resultados con un equipo, aún con los grandes jugadores que tuvo a su tutela. Ahora que se siente “feliz” no me sorprendería que tuviera mucho mejores resultados con su nuevo equipo.
- Error N°7, jamás elogiar. Los mejores entrenadores del mundo buscan lo mejor de sus tutelados y cuando lo encuentran lo refuerzan. Hace muchos años, un sabio científico llamado Paulov descubrió una característica de la conducta humana llamada condicionamiento. La descubrió con perros pero aplica igual de bien con los futbolistas. Un gran entrenador condiciona los mejores momentos de sus jugadores para que sus mejores desempeños se repitan de manera inconsciente, una y otra vez, no sólo ocasionalmente. Y esto solo se consigue con el reconocimiento y el elogio sincero. En lugar de estar buscando el error, un entrenador con dominio emocional busca el acierto para que este se repita. Si el talento ya fue detectado por el scout, entonces es que sí tienen talento y la labor del entrenador es el desarrollo de dicho talento y el convertirlo en un desempeño excelente, extraordinario.
La excelencia es fruto de un gran entrenamiento combinado con una ejecución frecuentemente superior al promedio y, si es posible, grandes cualidades físico atléticas. Y sólo el dominio emocional permite que todo esto brinde el espectáculo más bello del mundo y que todos conocemos como Fútbol.
Francisco Cáceres Senn.
Coach ejecutivo, experto en conducta y cambio humano
Director de Nerurosoft